• Redacción
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• 2010-12-01 00:00:00

Cómo vivió la Segunda Guerra Mundial esta ex actriz, cuánto es lo máximo que pagaría por un vino y por qué nunca viaja sin una minibatidora. Perfil La baronesa Philippine de Rothschild (75) es actriz de formación y la propietaria de las bodegas de clasificación Burdeos Château Mouton Rothschild, Château d’Armailhac y Château Clerc Milon. Además, dirige la empresa familiar Baron Philippe de Rothschild, que produce anualmente 20 millones de botellas de la conocida marca Mouton Cadet. Foto: K. Lagerfeld 1. ¿Qué sabores vincula usted con su niñez? Durante la Segunda Guerra Mundial nos preocupaban otras cosas. Por aquí o por allí te encontrabas con una manzana o con un par de granos de cacao rancios, pero ni plátanos, ni naranjas ni desde luego chocolate. 2. ¿Qué hubiera sido usted de no ser una mujer del vino? ¿Qué quiere decir hubiera? Yo soy actriz y he trabajado en el teatro durante 30 años. Mantengo el contacto con la escena y asisto regularmente al teatro. 3. ¿Dónde llevaría usted a su nuevo amor la primera noche? ¡Qué pregunta más tonta! ¡Son los hombres quienes me invitan a mí y no al contrario! Si deseara salir con alguna amiga me dejaría guiar por su gusto. En París hay muchos y buenos sitios, cada uno con su encanto. 4. ¿Qué bebida no puede soportar? ¿Por qué? Pues no sé que decir. Las bebidas amargas, si acaso. O el zumo de frutas del bosque. 5. ¿Cuál sería para usted el precio límite a pagar por una botella de vino? No haga usted esta pregunta a la propietaria de un Premier Cru Classé. Cuando yo deseo proporcionar a alguien una alegría, ésta no tiene precio. El único límite lo dictan los buenos modales. 6. ¿Cuál es el peor regalo que le han hecho? ¿Y qué hizo usted con él? Nunca me han hecho un mal regalo. Cualquiera me produce alegría. 7. ¿Qué tiene sobre su mesilla de noche? ¡Vino no! Libros dedicados, que me han regalado mis amigos. Ayer recibí una recopilación de las cartas de Pierre Berger a Yves Saint-Laurent. 8. Jamás sale de casa sin... Sin un pequeño objeto que hoy se encuentra raramente. Con un bastoncillo con el que –atención, ahora se enfadarán conmigo los amigos del Champagne- remuevo las burbujas del Champagne. Me gusta el Champagne, pero sin burbujas. 9. ¿Qué plato cocina usted mejor? Soy una sibarita, pero no sé cocinar. Lo que mejor se me da es un buen puré de patatas. 10. ¿Qué vino no puede faltarle nunca? ¡Los míos, naturalmente! Y los de mis amigos. Burdeos, da igual de qué zona, para mí es lo mejor. En este aspecto no cambio. 11. ¿Se ha jurado alguna vez no volver a tomar alcohol? Y si es así, ¿por qué? En la vida me he jurado ya casi todo lo que es posible. Pero esto nunca. 12. ¿Qué haría hoy si mañana fuera el fin del mundo? ¡Nada! El fin del mundo me parece totalmente irreal. Y si fuera así, me produciría mucha curiosidad y me preocuparía por sobrevivir a ello. A lo único que en ese momento no renunciaría es a mis gafas, para poder observar qué es lo que pasa. Rápido y directo ¿Espumoso o soda? ¿Carne o verdura? ¿Perro o gato? ¿Montaña o mar? ¿Escalera o ascensor? ¿Dormilón o madrugador? ¿Fumador o no fumador? ¿Ópera o rock? ¿Papel o Internet? ¿Sushi o hamburguesa?