• Sara Cucala
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• 2014-04-29 13:33:23

Bodegas experimentales: Cuando lo maxi se vuelve mini

Entrevista con Elena Adell, enóloga de Campo Viejo

Cuando en 2001 se creó Bodegas CampoViejo en la ciudad de Logroño, se diseñó pensando en la vid, en la naturaleza. Así, el arquitecto riojano Ignacio Quemada creó una respetuosa bodega, situada en un altiplano elevado a 100 metros sobre el valle del Ebro, rojiza como la tierra, inyectada de luz, con ventanales con vistas a los viñedos. Ya entonces, este mausoleo del vino tenía pensado que en un futuro próximo habría en su interior un rinconcito destinado a un laboratorio experimental. Han pasado los años, y con las primeras uvas de 2013 comenzó a ponerse en marcha la primera bodega experimental del Grupo Pernord-Ricard, una de las pocas que hoy en día podemos encontrar en España.

Al frente de la maxibodega y de la mini experimental nos encontramos al alma de Campo Viejo y a una de las mejores enólogas de este país, Elena Adell.

Ingeniera Agrónoma, sensible, creativa, apasionada, Elena es la artífice de una serie de referencias que hoy por hoy están en el top de la viticultura nacional e internacional. Nieta de viticultor, su vida se ha desarrollado entre vides. Desde aquella infancia en la que aún se recuerda probando las primeras uvas de Tempranillo, degustando esas tostas de vino y azúcar que le preparaba su abuela; hasta la Elena de hoy, la guardiana de la viña.

Los vinos del Grupo pasan por el conocimiento de Elena. Y también las investigaciones de esta novísima Bodega Experimental, cuya coordinación corre a cargo de una joven enóloga, Clara Canals.

¿Cómo surge la idea de crear una bodega experimental?
Ya en 2001 pensamos esta idea con la idea de crear nuevos vinos, de estudiar más de cerca la uva, su comportamiento, su evolución. Ha sido con la vendimia de 2013 cuando por fin la pusimos en funcionamiento. Realmente las cosas surgen por necesidad. En este caso por seguir entendiendo la vid, por seguir creando y haciendo mejor vino.

¿Qué es realmente una bodega experimental?
Un espacio de investigación de nuevas variedades. Un lugar donde trabajar con la uva de manera individual, descubriéndola con mayor profundidad y trabajando con ella más de cerca, extrayendo todo lo posible de cada una de las vides.

Entonces, ya estaba pensada esta bodega experimental desde la creación de la bodega. ¿Es la investigación algo clave en el mundo del vino?
Sí, sin duda. Al menos para nuestra compañía, Pernord Ricard, la investigación es un pilar fundamental y la manera de innovar, investigar, crear… es con proyectos como éste. Además, es maravilloso porque investigamos sin presión, con calma, pensando bien lo que hacemos y por qué lo hacemos.

¿Cómo es la estructura de esta bodega?
Hemos montado la bodega ocupando unos 250 metros cuadrados donde podemos encontrar 48 depósitos de acero inoxidable de distintas capacidades (1.500 litros, 1.000 litros, 500 litros, 250 litros, 125 litros), diseñados en exclusiva y dotados de los instrumentos necesarios para la elaboración y la experimentación. De toda la extensión de viñedo del grupo, hemos elegido tres parcelas (en Logroño, en Alfaro y en Ordoyo) y por el momento estamos trabajando con nueve variedades blancas autorizadas y con otras tantas tintas. Hemos escogido suelos diferentes, altitudes distintas y desde aquí estamos intentando aplicar todos los medios tecnológicos de nuestra bodega.

Vamos, que estamos ante una minibodega dentro de una macrobodega… en la que habéis invertido alrededor de 750.000 euros. ¿Qué es lo que esperáis obtener de esta inversión?
Sí, es una minibodega que persigue un objetivo de entender, comprender mejor al vino, para crear nuevas referencias. Realmente, nuestro objetivo es hacerlo cada vez mejor y que el consumidor final vea que esto es así, que cada vez lo hacemos mejor. Precisamente uno de los primeros trabajos de investigación llevados a cabo en esta pequeña bodega es la elaboración de las nuevas variedades de uva permitidas en la Denominación de Origen Calificada Rioja, como por ejemplo la Tempranillo Blanca o Maturana Tinta. El ser un espacio mini, con microelaboraciones, producciones pequeñas de apenas mil o mil quinientas botellas de cada una, nos permitirá conocer sus cualidades en profundidad. Hemos comenzado con la vendimia de 2013 y ya hemos conseguido resultados que nos han gustado mucho.

¿Como cuáles?
Hemos elaborado un vino de maceración carbónica con Tempranillo Blanca realmente curioso. Nos ha gustado mucho.

Y cuando os gusta, ¿qué hacéis?
La idea de esta bodega experimental es que cuando vemos que algo nos gusta, que funciona, poder llevarlo a una escala mayor. Del resto de los vinos, saldrán alrededor de unas mil botellas que pondremos a la venta a través de nuestra web (www.tiendadomecqbodegas.com). Nos parecía que puede ser una opción estupenda para los que quieran probar vinos únicos, diferentes, que seguramente nunca encontrarán en ningún mercado. Serán mil botellas únicas de vinos únicos…

 … para gente única
En esa bodega mini, de unos doscientos metros cuadrados, dejamos a las dos enólogas trasteando entre depósitos que parecen de juguete, pensando que en poco tiempo sus investigaciones nos regalarán vinos más expresivos, diferentes, riojas con firma de autor. No es la primera vez que Campo Viejo apuesta por la investigación, ya desde hace años mantiene un acuerdo de colaboración con la Universidad de La Rioja a través del cual se investiga el potencial aromático de estas nuevas variedades. Ahora, con esta nueva bodega experimental también se profundizará en los métodos sostenibles en agricultura y elaboración. Un paso más dentro de lo que se puede considerar como una excelente tendencia: apostar por el medio ambiente, por ser cada vez más respetuosos con la naturaleza, que al fin y al cabo es la que da el fruto con el que se hacen los grandes vinos.