- Redacción
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- 2017-06-05 14:59:15
Gran actriz enamorada de la cocina sana, acaba de publicar Como a mí me gusta (Editorial Planeta Gastro)
Descubriste la alimentación sana buscando un embarazo...
A sí es. Consulté con el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer y mi vida dio un giro de 180 grados. Descubrí que era intolerante al gluten, que somos lo que comemos y que hay que cuidar el cuerpo y la mente con la alimentación. Todos lo sabemos, cuidarnos nos ayuda, pero entonces constaté lo importante que es una alimentación saludable. No hay nada reñido con nada, todo es buscar el equilibrio. Mi sistema digestivo no aceptaría comer alta cocina a diario. Todo en su justa medida, como el vino, una copa diaria de vino es maravillosa, es un gran antioxidante.
Actriz, madre y ahora escritora. ¿De dónde sacas el tiempo?
D e gestionarme y ordenarme bien, de blindar siempre partes de la agenda y reservar tiempo para todo, sobre todo por las tardes, que es cuando procuro estar con mi hija. Mi hija y yo cocinamos juntas. La he metido en la cocina desde que era un bebé y ahora que ya tiene cuatro años, hay que verla; ahora ya sabe hacer una crêpe ella solita, le encanta lavar calamares, le encanta batir huevos y también cortar lechuga. Si por ella fuera estaría todo el día liándola parda en la cocina, lo que pasa es que hay que tener cuidado y frenarla porque los cuchillos cortan...
Vinos naturales, ecológicos, biodinámicos... ¿Qué opinas?
E n cuestión de sabor, como la comida. A una buena crema le echas un caldo elaborado con un hueso de jamón, su oreja de cerdo, su morro también de cerdo, su butifarra negra o haces un caldo de verduras y el sabor es diferente, es rico, pero es diferente; cada cosa tiene sus peculiaridades, y lo que te aporta es muy distinto. Los vinos ecológicos tienen un sabor diferente pero están muy ricos, hay que probarlos, su proceso de elaboración es muy interesante, es volver un poco a los ancestros, es respetuoso con el entorno y yo soy siempre partidaria de ser respetuosa con el entorno.
¿Te gusta cuidar los vinos que ofreces en casa a tus amigos?
M ucho. Tengo amigos que se dedican al vino en Tarragona, El Terrer, que está riquísimo y siempre está en nuestra mesa. Soy muy de entorno de amigos y de darles a conocer los vinos que me gustan: el Reisling, el Chardonnay, un buen Pinot Noir... Me encanta probar, descubrir y cuando me gusta un vino lo fotografío para buscarlo. Soy feliz con una sobremesa después de una buena comida, con las copas a medias y los restos de la comida. La felicidad es rodearme de amigos, de gente que quiero y que todo el mundo haya disfrutado de una buena cocina, un buen vino y estemos disfrutando de una buena conversación.
¿Tenías una copa de vino cuando escribías el libro?
S í, me encanta. La depresión más peligrosa vive en una nevera y en una bodega vacías. Me gusta que haya mucho vino en casa y también cervezas artesanas y un buen vermut. Uno de los momentos del día que adoro es cuando todos se acuestan en casa, me quedo sola y abro una botella de vino, me sirvo una copita, enciendo el ordenador y me pongo a mis cosas. Es un momento para mí sola que me encanta. Nunca hay que olvidar pasártelo bien. Yo me lo paso muy bien alrededor de los fogones con una copa de vino y charlando con amigos, pero también en mis momentos más tranquilos.
Confiésanos algo que sea del todo inconfesable...
U na de las fotos que aparece en el libro Como a mi me gusta está tomada junto a la piscina y se hizo al final de una jornada durísima de trabajo, de comida, de fotos y acabamos fotógrafo, asistentes, todos, desnudos dentro del agua. Esto es inconfesable y no lo puedo contar, pero así ocurrió. Algo también inconfesable fue lo mucho que se bebió en Belgrado cuando fuimos a Eurovisión con Rodolfo Chikilicuatre. Se brindó muchísimo cuando nos juntábamos con Suecia y con alguna otra delegación, el vino corrió bastante pero no recuerdo cuál era porque llegué a un punto de... nervios importante [grandes risas].