- Laura López Altares
- •
- 2019-12-03 00:00:00
El diseñador Juan Duyos, uno de los abanderados de la 'moda slow' española, ha creado dos espectaculares vestidos que evocan la armonía entre los vinos y el jamón de las denominaciones Somontano y Jamón de Teruel.
¿Cómo surgió esta colaboración tan bonita?, ¿cómo se convierte un territorio en arte?
Soy un tío muy afortunado porque hago lo que me encanta cada día, ¡me proponen miles de cosas que me gustan! Como este proyecto. Lo primero que hice fue un viaje, es importante conocer bien el producto y la zona. Fuimos a Teruel y flipé porque empecé a ver cosas que no estaban en mi universo. Me enseñaron un montón de historias que me llenaron la cabeza de ideas, y a partir de ahí empezó un proceso creativo para transportar sensaciones, texturas, colores, sabores, maridajes… Toda esa combinación ha hecho que salgan estos dos lookazos.
Dices que la moda es un estilo de vida... ¿Puede un vino llegar a transformarse en moda?
Por supuesto. Yo siempre digo que la moda no acaba en un pantalón, una camiseta, un vestido, unos zapatos o una falda. La moda es un estilo de vida, cualquier cosa que toquemos puede convertirse en moda: moda es tu taza del desayuno, es el vino que bebes, incluso el jamón que te tomas (se pueden hacer unos packagings realmente maravillosos). Los diseñadores tenemos esa facilidad de hacer moda con lo cotidiano: un jardín, las luces de Navidad de Velázquez (que me las han encargado)... ¡es que todo es moda!
¿Y cómo haces del vino moda?, ¿cómo trasladas tu visión artística a una botella, por ejemplo?
El vino ha estado presente en mi vida desde pequeñito, ¡a mi familia le encanta! En mi casa se ha disfrutado siempre, así que se puede decir que casi está en mi ADN. Cuando te encargan este tipo de proyectos, al final te das cuenta de que son cosas que tú tienes ahí también, las llevas dentro aunque no seas consciente. Para el diseño de cualquier botella (ya sea de vino o de cualquier otra bebida), te tienes que meter un poco en la piel de lo que está pasando y del producto que tienes entre manos, que es una cosa muy bonita.
¿Qué similitudes ves entre el mundo de la moda y el del vino?, ¿hay arte en él?
Muchísimo. En toda la experiencia, además: las semillas de la vid, su cultivo, el proceso de elaboración; desde el principio hasta el final, cuando lo bebemos en la copa, incluido el efecto que provoca [risas]… todo eso junto, es arte. Y desde luego que hay semejanzas, se comparten una serie de valores. Estos dos vestidos que he diseñado expresan el maridaje entre el vino de la D.O. Somontano y el jamón con D.O. Jamón de Teruel, y ambas representan artesanía, tiempo lento, cariño, lo hecho en España, y son valores con los que yo me identifico.
¿Dónde buscas la inspiración para crear tus diseños?, ¿o es ella quien te encuentra a ti?
Claramente en mi cotidianidad, ella es mi inspiración: cosas que me pasan, conversaciones con amigos, sitios donde voy… No busco la inspiración en cosas abstractas, yo soy muy terrenal, muy concreto. Y me gusta contar cosas que me pasan a mí... todo el mundo tiene facilidad para algo, y yo la tengo para crear a partir de lo cotidiano. Mi cabeza se pone a trabajar con cualquier cosa que veo o vivo: desde un paseo en coche hasta una coversación, un logotipo en una carta que me atraiga... puedo transformarlos en mi modo de vida.
¿Hacia dónde crees que va el mundo de la moda? Háblanos de esa 'moda slow' que representas.
La verdad es que estamos en un momento bastante guay, porque están pasando tantas cosas... Yo creo que hay dos vertientes muy claras: el fast fashion, la moda casi de usar y tirar (yo siempre apelo a un consumo responsable: es muy divertido vestirse de forma barata, pero hay que reflexionar y saber cuánto te compras, quién lo hace, cómo, dónde… pensar en cómo ha llegado a tus manos); y la moda lenta, lo hecho despacito, con cariño, eso que va a estar en tu armario para toda la vida. Yo apuesto por el equilibrio, tienen que convivir muy bien las dos.