• Laura S. Lara
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• 2022-09-02 00:00:00

"Somos mitad vino y mitad música"

Se define como un bodeguero "diferente", y no le falta razón. Neo es, sin lugar a dudas, la bodega más loca de Ribera del Duero. Un lugar en el que la pasión por el vino y la música conviven en perfecta armonía.

¿Por qué se habla de Neo como una bodega atípica? ¿Qué tiene de diferente?
Atípica no, pero sí diferente. Somos un grupo de amigos de toda la vida, siempre hemos estado juntos y unidos como una familia: la familia que uno elige, como solemos decir. Hemos conseguido convertir nuestros sueños y nuestras grandes pasiones, que son el vino y la música, en una manera tanto de vivir como de entender la vida. Y eso es lo que tratamos de transmitir desde Bodegas Neo con nuestros vinos. Aunque en un principio pueda parecer un poco loca la idea, esa es la filosofía de nuestro proyecto.

Tenéis un estudio de grabación en la bodega, a Mazinger Z en la entrada...

Desde que éramos jóvenes, todas estas cosas eran nuestros hobbies, lo que nos hacía felices, hasta que un día decidimos que también serían nuestra forma de vivir. Empezamos con la organización del festival Sonorama y enseguida vino Neo. En la bodega se vive y se siente la música. Tenemos un estudio de grabación dentro de las instalaciones, el Neo Music Box, donde la gente que viene a visitarnos puede encontrarse a sus bandas favoritas grabando con una copa de vino en la mano. Aquí surgió la fusión Rock & Wine, que define quiénes somos realmente.

Elaboráis vinos y organizáis conciertos. ¿Qué tienen en común vino y música?

Siempre decimos que somos mitad vino y mitad música. Tanto el uno como la otra crean emociones, experiencias; ambas disciplinas tienen muchas similitudes que nos permiten expresarnos y que juntas son fantásticas. En los conciertos y en los festivales se crea una magia muy especial, ya que la música acerca a la gente más joven al vino, y los amantes del vino encuentran aquí un espacio único donde disfrutar de su bebida favorita. Fue el público de Sonorama el que cambió el nombre al calimotxo por ribermotxo, en honor al vino de Ribera del Duero. Por algo sería.

¿En qué se diferencian los vinos de Neo dentro de Ribera del Duero?

Siempre hemos creído en la democracia en el mundo del vino, en crear vinos atractivos, diferentes y asequibles para el consumidor final. En que debe haber un vino para cada persona. Somos una bodega joven y moderna, pero la base de nuestra elaboración es el máximo respeto a nuestra tierra, a nuestros viñedos, a la tradición y a la historia de la Ribera del Duero. Y ese respeto que tenemos se traduce en vinos con el carácter y la personalidad de la que sin ninguna duda es la reina de nuestra región, la variedad Tempranillo.

Si tuvieras que quedarte con uno de vuestros vinos, ¿cuál elegirías?

A  todos nuestros vinos los queremos por igual y ponemos el mismo cariño, esfuerzo y dedicación en cada una de las elaboraciones, pero si tuviera que elegir solamente uno, ese sería Neo, porque es el niño mimado de la casa. Neo fue el vino con el que empezamos este proyecto en 1999, sacando únicamente 12.000 botellas, y fue el que nos permitió continuar creciendo y dedicarnos a nuestro proyecto hasta llegar al lugar en el que nos encontramos actualmente. Además, también es el vino que da el nombre a nuestra bodega.

Mondoneo es la parte solidaria de Bodegas Neo. ¿En qué consiste este proyecto?

Queremos devolver al mundo un poquito de lo que la vida nos ha dado. Mondoneo nace de la necesidad de ayudar a proyectos con los que nos sentimos identificados y a los que podemos aportar no solo apoyo económico, sino también nuestra experiencia. Se trata de una iniciativa en la que de nuevo la música esta involucrada, ya que a través de conciertos y otras actividades culturales conseguimos ayuda para llevar a cabo diferentes propuestas solidarias, como la apertura de un colegio en Tinduf, en el Sáhara, con la que aún continuamos.