- Laura S. Lara
- •
- 2022-09-28 00:00:00
José Miguel García pasó de ser el director ejecutivo de Jazztel a aventurarse en la odisea de elaborar vino en el desierto de Almería. Hoy, Bodega Sierra Almagrera es una realidad cuyo objetivo es lograr el mejor vino del mundo.
¿Cómo te decides a elaborar vino en el desierto?
Es un proyecto muy especial desde el principio. Mi pasión empezó en Australia, con 21 años. Allí empecé a hacer vinos con un amigo italiano, que me inculcó la tradición. Combinábamos la tradición europea con el estilo australiano, pero dependíamos de las uvas que comprábamos. Y me propuse hacer algún día vino con mis propios viñedos. Hace 20 años en Almería no había bodegas, nosotros hemos animado a algunos. Y esta fue la razón por la que fui para allá. Si éramos capaces de hacer vino de calidad en Australia, ¿por qué no íbamos a poder en Almería, con circunstancias climáticas tan similares?
¿Cómo se comportan las viñas en este paisaje lunar?
Hay que adaptarse al clima y las condiciones de un lugar verdaderamente inhóspito como el Levante almeriense. Es como venir a Marte. Aquí no sirve lo que se hace en Rioja o Ribera. Nuestro entorno es completamente diferente y la viticultura también, hemos tenido que innovar y empezar casi desde cero. La vid es una planta muy versátil, acostumbrada a adaptarse rápidamente a todo, es un ser vivo, y nosotros tenemos que ayudarla a que se aclimate. Hay que vivir con ella diariamente y hay que escucharla todos los días, para entenderla. Así nos dará sorpresas espectaculares.
¿Qué aporta el carácter almeriense a los vinos de Sierra Almagrera?
Hace 5.000 años, los fenicios ya elaboraban vino en esta zona. Nosotros estamos intentando hacer lo mismo que hicieron los antiguos; para nosotros, la viticultura es un laboratorio, tenemos tres viñedos muy característicos y muy diferentes entre sí, a pesar de que en todos plantamos Garnacha y Syrah, que nos dan ese carácter total de Almería. Para nosotros es una riqueza tremenda porque tenemos los diferentes rasgos de personalidad del desierto de Almería en tres alturas. Así es como plasmamos el paisaje de la zona.
En ese objetivo de elaborar el mejor vino del mundo, ¿en qué punto estáis?
En los principios. Llevamos 20 años y primero nos enfocamos en encontrar la tierra correcta, la orientación correcta y perfeccionar el proceso de vinificación que deseábamos, auténtico y natural. Nos ha costado muchos años. Y ahora nos centramos en mejorar la viticultura, el cuidado de nuestros viñedos y la calidad de los vinos. Todavía tenemos muchísimo trabajo para hacer el mejor vino del mundo desde Almería, pero tenemos claro que nuestro objetivo no es volumen ni mercado; es meramente crear, ser fieles a la manera de elaborar de aquellos tiempos en los que el vino era más natural y saludable.
¿Qué tiene que ver el José Miguel 'teleco' con el José Miguel bodeguero?
La pasión. Esa ha sido siempre la clave de mi éxito. La dedicación a la excelencia casi como fanatismo. Para mí las telecomunicaciones son mi oficio, y hay muy pocas diferencias en cómo yo abordo la bodega. Haciendo equipo, trabajando juntos las adversidades y compartiendo los éxitos. Los valores que me da ahora el vino son los mismos valores que he podido aplicar en Jazztel o en Euskaltel. La diferencia quizá sea que yo sí puedo cambiar en 24 horas un aspecto de las telecomunicaciones que no me guste, mientras que en el vino hay que esperar como mínimo un año.
¿Es cierto que Clint Eastwood ha querido regresar a Almería tras probar tu vino?
No exactamente [ríe]. En una cena con unos socios me propusieron hacer una cata con invitados de relevancia. Uno de los invitados, que conocía a Clint Eastwood, me dijo que yo era un farsante, que Almería no existía, que ni siquiera estaba en el Mediterráneo. Le recordé que los westerns que había hecho su amigo se habían rodado allí. Se puso como loco defendiendo que Eastwood nunca había rodado en España y le llamó para demostrarme que yo mentía. Y el actor no solo le dijo que yo estaba en lo cierto, sino que tenía muchas ganas de volver a Almería y que le encantaría probar mi vino.