- Redacción
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- 2002-10-01 00:00:00
Navarra es una tierra de gran atractivo, no sólo por ser una de las zonas vitivinícolas más relevantes del panorama español, sino por su historia, su cultura, y la riqueza de sus paisajes y sus gentes. De norte a sur se suceden enclaves de grandes contrastes que harán las delicias del viajero. Aquí les proponemos algunas rutas de interés.
Ruta del Camino de Santiago. Salimos de Pamplona por la 111 en dirección a Logroño por Estella, para visitar Valdizarbe, Añorbe, Obanos, Eunate, Puente la Reina, Muruzábal... Es un itinerario de gran interés artístico-cultural, un recorrido del camino que da comienzo en Pamplona y se adentra en la Navarra Media hacia Valdizarbe y Tierra Estella. Robles, encinas y campos cultivados de vid, olivo y cereal caracterizan este paisaje:
Añorbe. Iglesia renacentista de la Asunción del S.XVI. Casas palaciegas del S. XVIII.
Obanos. Iglesia neogótica dedicada a San Juan Bautista. Varias casas blasonadas imprimen carácter a la población.
Muruzábal.
Nuestra Señora de Eunate es una de las joyas del románico en Navarra. Iglesia gótica de San Esteban y un hermoso palacio de fines del S.XVI que hoy en día alberga una bodega.
Puente la Reina.
Iglesia del Crucifijo, románico tardío con un crucifijo gótico de los más bellos de España. Calle mayor jalonada de casas blasonadas, y al final de ella, el puente medieval. Dormir: Jakue, Comer: Mesón del Peregrino.
Cirauqui. Iglesia de San Román e iglesia de Santa Catalina.
Mañeru. Conjunto característico de casas blasonadas y algunos palacios de los S. XVII y XVIII.
Estella. Ciudad monumental en plena ruta jacobea. Dormir y comer: Hotel Irache.
Ruta de la Ribera. Este itinerario recorre la zona de la Ribera del Ebro, limítrofe con La Rioja y Aragón. Es tierra de afamadas huertas y ricos vinos gracias a la presencia del río Ebro y sus afluentes, que convierten en vergel toda la tierra que tocan. Salimos de Pamplona hacia Zaragoza por la autopista, la abandonamos para tomar la N-133 y llegar a Corella, principio de la ruta:
Corella. Ciudad barroca, tanto en sus iglesias como en sus edificios civiles.
Cintruénigo. Iglesia de San Juan Bautista, del S. XVI, con un magnífico retablo renacentista. Destacan sus casas señoriales. Dormir y comer: Hotel Maher.
Fitero. El famoso monasterio que lleva su nombre es un buen ejemplo de arquitectura cisterciense. Cerca está el Balneario de Fitero que lleva el nombre de Gustavo Adolfo Bécquer, y en el que el poeta se hospedó.
Cascante. Villa romana dominada en lo alto por la basílica de la Virgen del Romero, y varias casas señoriales.
Monteagudo. Domina la población el castillo-palacio de los Marqueses de San Adrián, un gran edificio barroco.
Tudela. Centro neurálgico de la Ribera del Ebro navarra. Magnífica catedral gótica de Santa María, con su portada del Juicio Final. Iglesia de la Magdalena, románico tardío, y numerosas casas señoriales, y una notable plaza de los Fueros, arquitectura del S.XVII. Dormir: Morase y Tudela. Comer: Beethoven y Restaurante 33.