Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Cata: Primero, recomendar que es un vino de obligada guarda (mínimo diez años). Una de las expresiones de la Tinta de Toro más pura y llena de identidad (ese aroma rústico y del terreno inconfundibles que regala la zona) que he probado; pero con insospechada finura y tacto elegante fruto de un buen trabajo en bodega. La madera, muy elegante y acertada (vainilla-cacao-cedro), se intuye pero no se siente rematando con una sensación fresca impecable, obsequio del extraordinario viñedo.