- Redacción
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- 2005-12-01 00:00:00
En España, donde cambia el paisaje a cada pocos kilómetros, el suelo se divide en variadas texturas y mezclas, la temperatura es diferente tan solo con subir una colina, y se pueden disfrutar de climas tan extremos entre sí como el tropical y el alpino, el desierto o las verdes praderas, la tierra es la que manda. O debería mandar. Con tantas diferencias tendría que ser la tierra prometida de los «vinos de pago». Ahora, tímidamente comienzan a surgir los vinos de una sola parcela, donde variedades, microclima y, sobre todo, el suelo, marcan la diferencia. Porque acostumbrados a conceptos de zona y marca, que Rioja ha exportado al resto de España, poca o ninguna atención se le ha prestado al «terroir». Estas son algunas excepciones. Miguel Ángel de Gregorio (Rioja) Un calvario placentero Este pequeño majuelo de dos hectáreas de terreno suelto, arenoso, está marcado por la piedra. Si se busca en el diccionario de la Real Academia de la Lengua el vocablo «calvario», encontraremos varias acepciones, y todas menos una ajenas a la magnífica viña que Miguel Ángel de Gregorio regenta y trabaja. El único que justifica su nombre es la «Ermita del Calvario» que hay en el monte donde se ubica la viña y donde cada Semana Santa los fieles suben en procesión. Tiene este pequeño majuelo no más de dos hectáreas de terreno suelto, arenoso y marcado con abundancia de piedra y un fondo calizo. Fue plantado hace 25 años con la variedad Tempranillo. La relación de Miguel Ángel con ese majuelo viene de lejos, cuando compraba todos los años la uva que elaboraba. Miguel Ángel es uno de los pioneros en embotellar un vino de terruño en Rioja, desde que elaboró, crió y embotelló aparte la producción del pago «Dominio de Conte». Y sigue con su valiosa afición. En la actualidad hay, además de este Calvario, el vino de siete pagos criándose separadamente, en las barricas que encierra su magnífica bodega de crianza. El trabajo del experto ha producido un gran vino, aunque con nombre llamado a equivocaciones. Porque si del diccionario elegimos una de las más sencillas acepciones, como es «serie o sucesión de adversidades y pesadumbres», veremos que se aleja a todas luces del carácter placentero, vitalista y deslumbrante que la botella alberga en el interior. FINCA CALVARIO Su extensión no supera las 2 has. con una orientación sureste. Terreno irregular con inclinaciones de hasta el 8%. Es un terreno de gran concentración en arcilla donde se cutivan viñas de 60 años de edad, principalmente Tempranillo. COMPOSICIÓN Terreno franco-arcilloso con mucha piedra y grava. Esta mezcla evita que la arcilla se compacte. Su color rojizo advierte de su contenido en hierro. CLIMA Es un clima atlántico con influencia del mediterráneo. Tienen una concentración de lluvias de 550 mm. anuales y una insolación media que supera las 2.500 horas. La protección que ofrece la Sierra de Cantabria dificulta el paso de los vientos húmedos del norte VITICULTURA El portainjerto utilizado es el Rupestris de lot. Su marco de plantación es muy compacto 1,60x1,60, siendo necesario para realizar las labores el uso de un tractor de microjardinería. Al año se realizan unas seis pasadas de labranza, además de las manuales. No se utilizan herbicidas. La viña está dispuesta en vaso, con tres brazos y doce yemas vistas por pie. Todos los años se sanea la madera, pues es vital para mantener el buen estado del viñedo. Se realizan cuatro tratamientos al año contra el oidio y mildíu. Se abona con estiércol de oveja muy compostado (hasta tres años) todos los años, alternando una calle sí y otra no.