- Redacción
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- 2002-04-01 00:00:00
Si invertir en vinos es buena idea o no, sigue siendo un tema controvertido. Los fondos de vinos lanzados en los últimos años apuestan sobre todo por los vinos superiores de Burdeos de los últimos años. Pero debido al sensacional aumento de los precios «en Primeur» desde la cosecha de 1997, aún está por ver si estos vinos pueden revalorizarse. De momento, el mercado está reaccionando de manera muy selectiva. Mientras que las verdaderas rarezas, entre otras los vinos de Burdeos hasta el año 1990 inclusive y los vinos de culto de California han seguido subiendo de precio, se ha estancado la demanda de nuevas cosechas de Burdeos y de vinos superiores que cualitativamente se sitúan directamente detrás de los vinos de culto.
Jan-Erik Paulson, experto y comerciante en vinos de fama internacional (www.rare-wine.com), ha empezado a lanzar un nuevo modo de concebir el fondo de vinos. Con un capital de 5 millones de euros, Paulson piensa invertir exclusivamente en rarezas de cosechas antiguas. «Vinos como el Mouton Rothschild del 45 y el Latour del 61 han demostrado que, independientemente de la situación económica, aumentan de valor continuamente». Quiere invertir en vinos de las décadas del 70 y del 80 con un potencial cualitativo similar para su fondo de Burdeos. Ha pensado sobre todo en Premiers crus de los años 1982 y 1986. Paulson ve un potencial de revalorización superior a la media sobre todo en los vinos infravalorados, como por ejemplo en el Mouton Rothschild del 89, que considera cualitativamente a la altura de la legendaria cosecha de 1982.
Una evaluación de Paulson, en la que ha comparado la revalorización de una cartera de vinos raros de Burdeos con el oro y las acciones (índice alemán DAX), evidencia que las rarezas de Burdeos han subido en un factor 160 desde 1971, las acciones, un factor 11, y el oro, «sólo» un factor 6,5. Con su fondo de vinos, en un plazo de diez años, Paulson calcula una rentabilidad de un 17,63 por ciento anual. La cantidad suscrita se sitúa en un mínimo de 10.000 euros en acciones.
El consejo de Thomas Vaterlaus:
Los grandes vinos de Burdeos que el comercio tradicional ya no puede ofrecer son una buena inversión. Las existencias son cada vez menores (como las antigüedades), pero la demanda no afloja la presión. Lo malo es que si quieres ganar dinero no puedes beberte lo invertido.