• Redacción
• •
• 2011-09-01 00:00:00

Night and day, you are the one es el estribillo de la famosa composición que Cole Porter escribió en el año 1932 para su musical Gay Divorce. Estaba viviendo en el hotel Ritz-Carlton de Nueva York cuando empezó, aunque la legendaria melodía le surgió tumbado en la playa de Newport (California). El genial músico americano, viajero y vividor, recorrió medio mundo en busca de inspiración y, cómo no, diversión. No estuvo en Ibiza ni en Formentera, eran otros tiempos, pero esta canción me recuerda a las islas. Noche y día, Ibiza y Formentera. A tan solo media hora en barco una de la otra, parecen hermanas mellizas. Forman parte de un mismo archipiélago, Islas Pitiusas (llamadas así por la cantidad de pinos que pueblan sus tierras), pero tienen diferente carácter. De Ibiza... En las décadas de los sesenta y setenta comenzó la cultura hippy y la explosión turística de Ibiza, más tarde serían las idas y venidas de personajes adinerados y famosos de todo el mundo ocupando rincones salvajes, inhóspitos y hermosos de la isla. Llegó luego el boom de la vida nocturna ibicenca, alcanzó fama internacional y la otra cara de la isla, como en un eclipse, se ocultó para medio mundo. En los 572 km2 de territorio se esconden rincones y paisajes maravillosos. De noche no se ven. De junio a octubre, el horario de la isla se transforma marcado por las fiestas nocturnas. En el año 1999, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el recinto amurallado de Dalt Vila por considerarlo la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo, también los antiguos huertos de Ses Feixes, el poblado fenicio de Sa Caleta y la necrópolis de Puig des Molins. Más allá de la moda Adlib, creada en los años setenta por una princesa yugoslava bajo el lema Vístete como quieras, pero con estilo, los tejidos naturales, bordados, ganchillos, encajes y el color blanco que inunda la isla, Ibiza tiene raíces auténticas. Entre los paisajes que sorprenden por lo ocultos y diseminados, están los viñedos. La Comarca Vitícola Ibiza se creó en el año 1996, luego llegaría el amparo legal de todos los vinos bajo la indicación Vino de la Tierra de Ibiza. Las variedades blancas permitidas son Macabeo, Chardonnay, Parellada, Malvasía y Moscatel, y en tintas Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Syrah y Tempranillo. Hace 30 años algunos ibicencos se decidieron a impulsar la viticultura en su tierra. Hoy son cinco las bodegas que representan a la isla, y unas 70 hectáreas las plantadas. Pionero en impulsar el vino de calidad fue Joan Bonet. “Hasta entonces todo era vino payés de autoconsumo”, recuerda. Es el propietario de la bodega Sa Cova, en San Mateu d’Albarca, un pueblo en la zona montañosa de Es Amunts, al norte de la isla. Lo que en los años 80 empezó como un hobby, se convirtió en profesión una década más tarde. En 1993 sacó al mercado su primera añada, mucho antes de la declaración de Indicación Geográfica Protegida. Elabora cinco tipos de vinos con Monastrell, Syrah, Merlot, Malvasía y Moscatel. El 85% de su producción lo vende en Ibiza -“tenemos que luchar en calidad porque en cantidad no somos nadie”- y fomenta el enoturismo desde hace años con visitas a la bodega en varios idiomas. La continuidad está asegurada, su hija Sara ya está al frente de la bodega. Can Rich de Buscatell comenzó su trayectoria en 1997 con dos hectáreas y dos vinos. Ahora tienen 19 hectáreas y siete tipos de vino en su finca de Sant Antoni de Portmany, al oeste de la isla. Antonio Costa y Juan Riera son socios e impulsores de este proyecto, asesorados por la enóloga Blanca Ozcariz. Inquietos y aventureros, pronto sacarán al mercado un espumoso blanco de Malvasía y otro rosado de Syrah. Además de viñas, tienen plantados unos 3.000 olivos con los que elaboran 1.500 litros de aceite virgen extra de Picual, Hojiblanca y Arberquina. Todas sus fincas son de producción ecológica. Aunque es una de las bodegas que más vino produce en la isla, “en la viticultura de Ibiza hay un punto de asfixia, tenemos poca producción y no podemos promocionarnos, pero tampoco crecer más por las circunstancias de la isla”. Además de vino y aceite, hacen unas de las mejores hierbas ibicencas. ¿Cuál es el secreto? “Elaboración artesanal y 100% natural donde lo importante es saber equilibrar las proporciones”, cuenta Antonio Costa. Tienen dos depósitos de 4.000 litros donde sumergen los 17 tipos de hierbas aromáticas silvestres metidas en una bolsa de tejido natural. Allí permanecen durante cuatro o seis meses hasta que se embotella. Como proyecto personal, Antonio Costa elabora en su bodega familiar de nombre Can Maymó, en el pueblo de San Mateo, al norte de la isla. En 1995 comenzaron las reformas y, poco a poco, lo que fue solo un vino de consumo interno, se ha convertido en cinco vinos de referencia. Como curiosidad, tiene un tinto llamado Tradición que elabora con frigola (tomillo), como lo hacían antiguamente. Con sus cinco hectáreas de Malvasía, Moscatel, Chardonnay, Monastrell, Merlot, Tempranillo y Syrah, elabora 30.000 botellas y asegura que, “hay que estar un poco loco porque la inversión en otros sectores es mucho más rentable, y no es fácil vender vino”. A pesar de su experiencia, dice que está “aprendiendo, detrás de nosotros vendrán más”. Y una bodega reciente, Totem Wines. Su historia podría empezar así: tres franceses compradores de vino en Europa quieren hacer el suyo propio. Un día, a uno de los que ahora son socios le llegó un vino de Ibiza hasta Alemania, país en el que trabajaba. Le gustó tanto el vino, y la idea de hacer uno allí, que se pusieron manos a la obra. Así nació Totem Wines, y así lo cuenta Laurent Frésard, uno de sus propietarios. Antes de decidirse por tierras ibicencas decidieron consultar, ni más ni menos, que al gran experto en Viticultura de la Universidad de Montpellier Alain Carbonneau. Visto bueno de catedrático, ¡adelante! Y se lo han tomado muy en serio, porque el resultado es excepcional. Comenzaron a controlar viñedos viejos de Monastrell, sus primeras vinificaciones las hicieron en una bodega cercana, pero a partir de este año 2011 ya tienen su propia bodega para controlar todo el proceso. Supervisan 14 hectáreas pertenecientes a 12 viticultores. Apuestan por Monastrell vieja de 40-60 años con rendimientos medios de 1500-2000 kilos por hectárea, y viñedos cercanos al mar donde la brisa, temperaturas moderadas y cierta humedad componen su mejor hábitat. “A la Monastrell no se le da ningún tratamiento, va sola”. Quien dice esto es el gallego David Lorenzo, el recién estrenado enólogo de la bodega. “Aquí, todo lo que sabes hay que intentar olvidarlo, es una viticultura salvaje”, afirma. Además de Monastrell, controlan algunas viñas de Tempranillo y Syrah para la elaboración de su rosado. Por cierto, es un vino que arrasa en la isla. “Vendemos más mágnum y doble mágnum que botellas de 0,75 cl; la gente se las lleva a la playa”, cuenta Laurent Frésard. De hecho, en alguna tienda pagan a las personas que llevan las botellas vacías para reciclarlas. Esto sucede porque una de las cosas que desde el principio han cuidado es la imagen. Laurent llamó Totem a su bodega “porque el vino es mi religión”. Las aproximadamente 40.000 botellas que elabora de sus tres vinos son ahora su vida y devoción. El último en incorporarse al sector es Bodegas César, situada entre Ibiza y Santa Eulalia. La bodega se inauguró en el año 2009. Baldassarre Spina, comerciante italiano y exportador de productos de su país a toda Europa, junto con su amigo José Luis Puig, ibicenco, abogado de profesión y con alma de bodeguero, lideran este proyecto. A ellos se le ha unido el joven Salvatore como gerente de la bodega, y el enólogo asesor Carlos Gallego. Por ahora, tienen 7,5 hectáreas de Cabernet Sauvignon. Elaboran vinos de mesa económicos y, como novedad, este año sacan al mercado su primer vino acogido a la indicación V.T. Ibiza, un monovarietal de Cabernet del que se han elaborado 17.000 botellas. ... y Formentera Si quiere pasar unas vacaciones de verano en la maravillosa Formentera le recomiendo que lo haga con bastante antelación. Hay reservas de año en año. Y es que esta pequeña isla de unos 10.000 habitantes, recibe unos 500.000 turistas anualmente, la mayoría entre julio y agosto. Solo hay tres hoteles de 300 plazas pertenecientes a grandes cadenas, no se puede acampar y, por cierto, toda la costa es nudista. La mejor alternativa para buscar alojamiento es acudir a las casas rurales, hostales y apartamentos que existen, la mayoría de gestión familiar. En bicicleta, moto o coche eléctrico (hay más de 20 puntos en la isla) es la mejor forma de recorrerla. La belleza de la paradisiaca Formentera reside en su paisaje nítido, limpio, azul y turquesa. Desde que se desembarca en Port de la Savina, la sensación que se respira es de pureza, el ritmo se desacelera. Dos carreteras con rumbo a sendos faros al otro extremo de la isla son la única vía de circulación. Lo demás está por descubrir. Molinos, salinas, cuevas, sabinas, higueras y pinos. Si le gusta el submarinismo, va a disfrutar. Aquí se encuentra la Reserva Marina de Es Freus (Ibiza y Formentera), el único espacio natural del Mediterráneo declarado Patrimonio de la Humanidad. El mágico color turquesa de sus playas es consecuencia de la posidonia oceánica, planta marina de floración y con forma de cinta que solo puede habitar en aguas puras y que, a la vez, purifica el agua. La isla, descubierta -turísticamente hablando- por los italianos, es un armario de sorpresas. Desde una escuela de lutieres donde fabrican guitarras reclamadas mundialmente, artistas que residen en la isla con su punto de encuentro en Fonda Pepe (Sant Ferran) hasta el famoso orfebre Enric Mayoral y su trabajo combinando elementos naturales de la isla con metales preciosos. Otro de los paisajes de Formentera son sus salinas en el norte de la isla. Lo que antes fue base de hidroaviones en la Guerra Civil, hoy es el Parque Natural de Ses Salines. Y entre horizontes azules y verdes, las viñas escondidas, las viñas del mar. El Vino de la Tierra de Formentera se legalizó en el año 2005, admitiendo para su elaboración las variedades blancas Malvasía, Chardonnay y Prensal Blanca (Moll) y las tintas Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Fogoneu y Tempranillo. Hay dos bodegas en la isla. Una de ellas es Terramoll. Empezó plantando viñas de Cabernet Sauvignon y Merlot en 2000, dos años más tarde sacó su primer tinto y al siguiente su rosado. Hoy lo hacen con muchas más variedades: Viognier, Malvasía, Prensal Blanca, Monastrell, Garnacha Blanca, Moscatel... Tienen 14 hectáreas en total, de las cuales 2,7 son alquiladas a payeses, principalmente Monastrell de pie franco. José Abalde, gallego afincado en Formentera, es el técnico enólogo de la bodega. Una de las curiosidades de sus viñedos son los muros que rodean toda la finca. Y esto tiene una explicación. Los suelos de la isla son de marés, roca calcárea, a unos 10-20 centímetros hay tierra y lo demás es roca. A la hora de hacer plantaciones la cantidad de roca que se llega a extraer se deja por la finca en forma de muro, cosa que además ayuda a defender los viñedos del viento (es uno de los paisajes más típicos de toda la isla). Los suelos calcáreos-arenosos con caliza activa alta es la característica del terreno. La bodega está situada en la altiplanicie de La Mola (sureste), la zona más alta de la isla, a unos 200 metros sobre el nivel del mar. Puede parecer poco, pero la diferencia en temperatura y días de maduración se nota: dos grados y de 10 a 15 días. El 80% de su producción es consumo interno, elaboran entre 20 y 30.000 botellas. Producciones muy bajas, máximo dos kilos por cepa, en el caso de la Cabernet, y 450 gramos en Monastrell. “El comportamiento de la Monastrell y de la Malvasía es excelente”, comenta José. Formentera es la isla más cálida y seca de Baleares, y ahora “hay periodos de sequía más largos, la cepa se estresa e incluso se seca”, nos dice. La única plaga de la isla es la altica, un escarabajo que se come las hojas. Seguimos la ruta. Antes de llegar al cinematográfico faro que Julio Medem hizo famoso en su película Lucía y el sexo, hay una pequeña carretera que conduce a la bodega Cap de Barbaria (suroeste). Roberto Rivas es su encargado. Más que una bodega es proyecto de agroturismo con viña y zona de elaboración. Porque lo que más impacta del lugar son los coquetos apartamentos individuales estratégicamente construidos alrededor de la viñas. Fue también en el año 2000 cuando empezaron a plantar las mismas uvas que su vecina, en total, unas tres hectáreas. Luego fueron Fogoneu, Monastrell y Prensal Blanca. En 2003 hicieron su primera vinificación y dos años más tarde la presentación de largo de su vino tinto Cap de Barbaria. Un kilo por cepa de rendimiento y unas 8.000 botellas. El 60% del vino lo venden en Madrid, Barcelona e Italia, el resto en la isla. Ibiza y Formentera. Noche y día, viñas y mar. Sinfonía en azul. ¿Qué beben los ricos? Enrique Vega, sumiller de Vinoteca Vila Vins, Ibiza Más de 400 m2 de exposición y sala de catas, 2.500 referencias de vino, alcoholes Premium, aceites y accesorios para el vino. Vila Vins es una de la tiendas Flagship del lujoso grupo LVMH. Además de distribuidores, sirven a casas y barcos de lujo. ¿Cuál es el vino más caro de la tienda? El formato Matusalén de Louis Roederer Cristal (más de 5.000 euros) o el Dom Pérignon edición limitada. Hablando de ricos que no notan la crisis. En Ibiza, ¿quiénes son los caprichosos? Donde menos se nota la crisis es en el turismo internacional de lujo. Recibimos cada vez más peticiones de príncipes y jeques de Abu Dabi, Dubái etc. ¿Cuál ha sido la compra más cara y extravagante? Una vez la discoteca Pachá nos pidió para un príncipe árabe dos botellas de Jeroboam White Gold de Dom Pérignon (más de 20.000 euros la botella). ¿Qué es lo que más les gusta a los ricos? Sin duda el champagne. De cada diez botellas de espumoso que vendemos, nueve son de champagne. ¿Los ricos también se dejan llevar por las modas o siguen bebiendo Dom Pérignon? Las ventas de Dom Pérignon se incrementan año tras año. Otras marcas, como Armand de Brignac, están haciendo furor en todo el mundo. O el vino rosado del sur de Francia Château de Selle, cada año terminamos con las botellas que nos manda la bodega. Además de comprar vino, ¿os piden algún servicio más?... Decente, ¡claro! Nos piden de todo. El año pasado a Paris Hilton le llevamos junto con el tequila más caro del mundo un pendrive para grabar su actuación en Privilege. Marcas que pediría un nuevo rico y uno de linaje... Seguramente Armand de Brignac un nuevo rico y Bollinger R.D. para los más entendidos y que no se dejan llevar por las modas. Direcciones: Dormir Can Curreu Ctra. San Carles Km. 12 07850 Santa Eulalia (Ibiza). Tel. 971 335 280 www.cancurreu.com Lujo rural. Buen restaurante, spa, piscina, cuadra de caballos, salidas privadas en barco, habitaciones de ensueño... y todo con un exquisito y moderno estilo ibicenco. Aguas de Ibiza Lifestyle&Spa Calle Salvador Camacho s/n, 07840 Santa Eulalia (Ibiza) Tel. 971 319 991 www.aguasdeibiza.com Hotel de cinco estrellas con todo lujo de detalles junto al paseo marítimo. Empezando por las 112 habitaciones, diseñadas bajo los principios del feng shui, varios restaurantes, zona wellness y chill-out Air Ibiza con magníficas vistas... Mirador de Dalt Vila Plaza de España 4 07800 Dalt Vila (Ibiza) Tel. 971 303 045 www.hotelmiradoribiza.com Si quiere alojarse en la zona vieja de Ibiza y le gusta el lujo, este Relais&Châteaux es ideal. Una casa señorial del XIX convertida en hotel cinco estrellas. Atzaró Ctra. Sant Joan km. 15 07840 Santa Eulalia (Ibiza) Tel. 971 338 838 www.atzaro.com Arquitectura ibicenca en una finca centenaria con lujosas y confortables habitaciones, restaurante y spa. Aromas de azahar, romero, lavanda, zonas de reposo... Ideal para disfrutar de la serenidad del campo de Ibiza. comer Can Berri Vell Plaza Mayor, 2 07839 Sant Agustí (Ibiza). Tel. 971 344 321 www.canberrivell.com Vicente Tur dirige este precioso y acogedor restaurante. Una casa señorial payesa del XVII con terrazas y rincones escondidos donde deleitarse con su buena cocina tradicional ibicenca puesta al día con gran acierto. Vogamari Ctra. La Mola km. 9,5 07870 Formentera Tel. 971 329 053 www.vogamari.es Cocina de Formentera en la playa de Migjorn, la más larga de la isla (cinco kilómetros). Ensalada payesa con peix sec, arroces, pescados... Buen servicio. Asegurada la tranquilidad. Juan y Andrea Platja de Illetes s/n. 07871 Formentera Tel. 971 187 130 www.juanyandrea.com Comer en mesas sobre la arena de la playa más emblemáticas de la isla y rodeado de palmeras. Lo que fue un chiringuito en los 70, ahora es uno de los restaurantes más famosos de la isla. Todo un lujo. Es Moli de Sal Afueras s/n, 07871 Migjorn (Formentera). Tel. 971 187 491 www.esmolidesal.es Un molino de la antigua industria salinera ahora es un coqueto restaurante. Famosas son sus calderetas de langosta. Vistas espléndidas. Km. 5 Ctra. San José km. 5,6 07817 Sant Jordi (Ibiza). Tel. 971 396 349 www.km5-lounge.com En 1995 se inauguró este espacio alrededor de una casa payesa. Un espacio multidisciplinar: restaurante, buena carta de vinos, lounge, galería de arte, boutique, sesiones de música Aura Ibiza Ctra. San Joan km. 13,5. 07812 Sant Llorenç (Ibiza) Tel. 971 325 356 www.auraibiza.com En el norte de la isla se encuentra este gran restaurante-jardín donde hay de todo: zona privada para cenar, chill-out, terraza de cócteles y mojitos, área de fiestas privadas... Beber Enotecum Av. Isidor Macabich 43. 07800 Ibiza www.enotecum.com Tienen varias en Ibiza y una en Formentera. Pioneros en la divulgación de la cultura del vino en las islas Pitiusas, son un referente de experiencia y profesionalidad. Vila Vins C/ Diputat Josep Ribas, 5 07800 Ibiza Tel. 971 193 615 www.vilavins.com De más reciente apertura, es una amplia tienda moderna con sala de cata y bodega climatizada. Han creado el primer Club de Vinos de Ibiza, organizan eventos y catas de vinos.