- Redacción
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- 2022-10-31 00:00:00
Cuando eres depositario de los mejores elementos para crear un gran vino, puedes caer en la tentación de acomodarte y ceder al inmovilismo. Sin embargo, en Bodegas Señorío de Líbano el mejor vino siempre está por venir. Una actitud que los ha llevado a obtener importantes reconocimientos a nivel mundial.
A provechar el talento al máximo, identificar las fortalezas del proyecto y reflexionar sobre la dirección que se debe tomar para lograr distinguirse en un sector tan atomizado como el del vino es, en pocas palabras, el ideario de una bodega como Señorío de Líbano. Ubicada en las entrañas de Rioja Alta, el entorno no puede ser más idílico, Sajazarra, un diminuto pueblo de origen medieval tan delicioso como sus calles empedradas y sus casas jalonadas rindiendo homenaje al gran castillo que lo corona.
El viñedo no está muy lejos de la bodega. Al igual que en un château francés, las 50 hectáreas de viñedo apenas se encuentran a unos minutos de la zona de elaboración. Un viñedo que se caracteriza por su valor cualitativo. Dividido en 19 fincas, nos podemos hacer una idea de la precisión de conocimiento con la que, desde la dirección técnica de viticultura, se trabaja para ir más allá en la identificación de cada ubicación. Al abrigo de los Montes Obarenes las cepas encuentran su sustento en el codiciado terreno arcillo-calcáreo a una altitud que se mueve en la horquilla de los 550 y 700 metros. Ese punto de confluencia de los climas atlántico y mediterráneo es lo que hace de este lugar un espacio único para el cultivo de la vid.
Mejorar lo excelente
Para navegar sin distracción y con rumbo fijo hacia la excelencia es necesario no descuidar ninguna de las elaboraciones de la bodega. En Señorío de Líbano tienen claro que no sirve de nada invertir recursos y conocimiento en las gamas prémium de la casa si esa dedicación no se aplica de manera proporcional a las elaboraciones de la base de la pirámide de calidad. Por eso, las mejoras en el viñedo trascienden a todo el proceso en bodega y han destinado importantes recursos para renovar el parque de barricas, siendo el criterio de esta renovación una mayor expresión del territorio evitando presencias excesivas de la madera. Así, con un crianza bien perfilado –como es el caso de Líbano– podemos hablar de los vinos más exclusivos sin dejar de mencionar su reserva Castillo de Sajazarra, un vino de estilo con una fina complejidad con la que nunca se falla en territorio riojano.
En la cúspide de esa pirámide se encuentran los dos monovarietales de la gama Digma. Un Tempranillo y un Graciano que tan solo se elaboran en las añadas en las que la calidad de la uva bien lo merece y que, a partir de la cosecha 2022, serán fermentados en dos tinos de 5.000 litros para aumentar lo máximo posible la expresión frutal y dotarlos de mayor complejidad. Dos primeros espadas de los que la bodega siente un especial orgullo. Si el Tempranillo es un fiel reflejo de cómo se manifiesta esta uva en Rioja, el Graciano es el caso más paradigmático de afinamiento de un carácter que suele ser arrebatador. Aunque las añadas actuales 2016 y 2017, respectivamente, llevan la etiqueta de Reserva, las próximas irán con la tirilla de genérico para que sea el vino el que mande y no la norma. Otro ejemplo de mejora y de apuesta por la mayor expresión del viñedo.
Relucir en el detalle
Mientras los equipos de campo y bodega buscan el aspecto más cualitativo del viñedo, el proyecto cumplirá el año que viene nada menos que 50 años. Un aniversario para el que ya se está gestando una edición especial de un monovarietal de Graciano de la añada 2019. En Señorío de Líbano se sienten especialmente cómodos con esta variedad con la que han sabido llevar su raza por caminos de elegancia y longevidad.
Pero no queda ahí la cosa. Aunque la calidad de las elaboraciones está por encima de cualquier coyuntura externa y tienen por costumbre afrontar las necesidades conforme se presentan, y no al revés, las ideas no paran de bullir. A pocos metros de la bodega tienen una pequeña parcela de Garnacha centenaria con la que están valorando hacer un vino de renombre o, por qué no, explorar la posibilidad de elaborar un blanco de prestigio. En fin, ideas a cada cual más interesante y apetitosa que siempre nacen de esa intención de mejora atendiendo siempre al viñedo. Redacción
Señorío de Líbano
Calle del Río, s/n.
26212 Sajazarra (La Rioja)
www.senoriodelibano.com
Tel. 941 320 066